*El escualo poblano, un velocista nato, de los más rápidos del país, busca convertirse en atleta olímpico, representar a Puebla a nivel mundial y demostrar el talento
Antonio Zamora
Puebla, Pue.- De verdad parece un escualo bajo el agua, como un rayo, por eso Miguel Aguilar es uno de los mejores velocistas del país.
La alberca es su hábitat desde los tres años creando un lazo tan fuerte que ni siquiera un accidente que lo mantuvo inactivo por medio año, le ha restado pasión por este deporte en el que Puebla se ha posicionado como una potencia a nivel nacional.
Miguel está forjado a fuego: el punto de quiebre en su vida deportiva se dio a los seis años cuando sufrió un accidente en la alberca lo cual le costó una sutura de 32 puntos en la cabeza y estar inactivo por medio año. Aunque a su regreso, se dio cuenta que realmente la natación ya no era un juego, sino una forma de vida.
“Siempre supe que tenía cualidades para nadar, en las competencias destacaba, siempre creí que en este deporte podría hacer cosas interesantes”.
Una vez que inició su competencia de alto rendimiento, nunca volteó la mirada atrás. Todo ha sido crecimiento, como a los 16 años, cuando transformó su estilo de nadar para convertirse en un velocista nato, uno de los más rápidos del país en su categoría.
“Antes de los 16 años me desarrollé más como fondista porque nadaba los 1,500 metros en el estilo libre e incluso logré una medalla de bronce, aunque la verdad nadaba esa distancia porque mi entrenador me obligaba, a mí siempre me gustó la velocidad y por eso después me cambié a hacer un velocista”.
El mejor momento de su carrera hasta el momento se dio en el 2021, cuando después de la pausa obligada por la pandemia, se destapó en los Juegos Nacionales Conade en los que se colgó siete medallas, de las cuales tres fueron de oro, una en los 50 metros pecho, otra en los relevos 4 por 100 y la última en los 4 por 200.
“En mi última olimpiada nacional fue en la que logré más medallas ya que gané un total de 7. Por la edad, los juegos nacionales del 2021 eran mis últimos y yo quería cerrar con broche de oro, entrené bastante y quedé muy satisfecho”.
Tras un stand by, en el 2023 el escualo regresó y tras la posibilidad de volver a los Juegos Nacionales, su mira está puesta en brillar, pero sobre todo conseguir su boleto al Campeonato Centroamericano de Natación, y a los Panamericanos.
“Mi expectativa es quedar en podio y estoy buscando dar los tiempos para clasificar al campeonato centroamericano y a los Panamericanos y dependiendo mi actuación en estos torneos soñar con una clasificación a Juegos Olímpicos sobre todo pensando en Los Ángeles 2028”.
Miguel Aguilar sueña debajo del agua, quiere convertirse en atleta olímpico, representar a Puebla a nivel mundial y demostrar que en la entidad hay talento. Pero también fuera de su rol como nadador, tiene anhelos, pues como estudiante universitario, quiere convertirse en un entrenador y compartir todo su conocimiento.
“El programa de estudios me ayuda a dividir mi día entre el estudio y los entrenamientos ya que al mes estoy cursando una materia y me queda el tiempo suficiente para trabajar en la alberca. En el ámbito profesional quiero ser entrenador y tener un equipo de natación”.
